Ciudad Rodrigo (Salamanca), 10 may (EFE).- Bulgaria y Marruecos son los principales exportadores de caracol a España, debido a la falta de granjas que suministren este tipo de animales a los restaurantes españoles, aunque la mayoría de los que llegan a los fogones son ejemplares silvestres.
Así lo ha explicado hoy el gerente de una de las pocas granjas de cría de caracoles alevines de España, Jorge Benito Pastor, ubicada en Ciudad Rodrigo (Salamanca), y que ha recibido la visita de la viceconsejera de Economía de la Junta de Castilla y León, Begoña Hernández.
Según Jorge Benito, la cría de caracol de granja en España supone únicamente "entre el 3 y el 5% de todo el caracol que se consume" en el país, incluidos los que se importan de Marruecos y Bulgaria, ya que el resto de los que se consumen son los caracoles que nacen de forma silvestre.
Para suplir la carencia de producción de granja en España, las empresas tienen que importar caracol de Marruecos y Bulgaria, y también, en menor cuantía, a países de Sudamérica.
Según Benito Pastor, "el caracol de Marruecos es más barato, aunque de peor calidad, por eso las empresas de restauración prefieren el español".
En el caso del caracol procedente de Bulgaria, los empresarios españoles lo adquieren ya que engorda en época diferente al español, debido a la diferencia de clima entre los dos países.
Según el empresario salmantino, el precio de fábrica del caracol de granja es de unos siete euros por kilo.
Según le ha explicado a la viceconsejera de Economía, uno de los objetivos de esta empresa es la producción de caviar de caracol (que se obtiene durante la puesta de los huevos).
Un kilo de caviar de caracol en el restaurante ronda los 1.500 euros.
Jorge Benito también se ha referido a la elaboración de cosméticos a partir de la baba de caracol y ha dicho que es un mercado que está copado por los países de Sudamérica, con los que no se puede competir, debido al precio.
Desde Sudamérica vienen a Europa los cosméticos ya fabricados, sobre todo procedentes de Venezuela.
Esta granja de caracoles, que emprendió su actividad en 2007, es una de las cuatro que hay en España dedicada a la cría de alevines.
En los últimos dos años se han dado de alta como granjas de caracoles otras tres empresas salmantinas, ubicadas en los pueblos de Bermellar, San Miguel de Valero y Aldeadávila de la Ribera.
Los principales consumidores de caracoles en España son los catalanes, los vascos y los valencianos.
EFE 1010438
Fuente ABC