Santo Domingo: las trampas contra el caracol [Noticias]

En Santo Domingo. Edwin Murillo prepara la trampa para atrapar a los moluscos. Foto: Juan Carlos Pérez

Poco a poco, los caracoles se arrastraron hasta un envase amarillo cortado por la mitad. El olor del banano los atrajo hasta la trampa. Alrededor de la fruta hay pequeñas cápsulas celestes. Es un plaguicida para moluscos.
Al ser tocadas por los caracoles, estos empiezan a deshacerse como si fuera ácido. De esta plaga que afecta los cultivos solo quedan los caparazones en el recipiente.



El agricultor Edwin Murillo tiene cinco trampas, en 1 hectárea con sembradíos de naranjilla. Así evita que los moluscos se coman sus frutas.

Él aprendió la técnica en una capacitación del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) en Santo Domingo de los Tsáchilas.

Murillo recuerda que hace un año se encontraba desesperado porque 600 de 1200 plantas de naranjilla se habían dañado. “El caracol se estaba comiendo el cultivo y temía que los químicos dañaran las plantas de naranjilla”.

Según Camilo Pozada, agrónomo de Santo Domingo, los caracoles se introdujeron en la provincia en el 2005. Se pensaba emprender negocios cosméticos en el Ecuador con los moluscos.

“Las personas empezaron a criar caracoles y se volvió una plaga que se propagó en jardines y cultivos”. En la finca de Murillo, en la parroquia El Esfuerzo, los caracoles aparecieron porque un vecino tenía criaderos. Algunos se escaparon de las perchas y se reprodujeron en los cultivos.

Desde hace un año, el Magap difunde esta técnica para mitigar los efectos del caracol africano en las plantaciones.

Según Oswaldo Espinoza, director provincial del Magap, cada 15 días se dictan talleres para evaluar los resultados de las trampas. 10 técnicos monitorean los cultivos. La técnica se aplica en 500 sembradíos. No hay estadísticas sobre las plantaciones afectadas.

Pozada agrega que se debe al tipo de cultivo de la zona. “En Guayas, Los Ríos y Manabí están atacando las plantaciones de arroz”. En Santo Domingo, el agua no se acumula porque el piso es inclinado y el líquido va a los ríos. “Si se vigilan los cultivos en edad temprana, los caracoles no pueden hacerles daño”, asegura.

Pero Mario Cedeño, técnico del Magap, cree que este tipo de plagas no desaparecen. En verano se esconden en la tierra y solo dejan pequeños orificios para respirar. En invierno salen con las primeras lluvias. Por eso se deben colocar trampas en las noches.

Hace dos años, en una finca productora de cacao, en el kilómetro 12 de la vía Santo Domingo-La Concordia, hubo una plaga de caracoles africanos que casi terminaron con las plantas de cacao.

Los administradores decidieron fumigar, pero cada frasco de 500 gramos cuesta USD 42. Por el precio, Murillo prefiere la trampa que le da resultado. Él, cada mes gasta USD 5 en los ingredientes.

Cinco pasos para elaborar una trampa contra el caracol y evitar que destruya las plantaciones.

Materiales:
  • 1 envase plástico de 20 litros (galón) cortado por la mitad.
  • 1 envase de cuatro litros (de bebida) cortado por la mitad.
  • 2 cucharadas de un veneno para babosa (cualquier marca).
  • 2 bananos cortados en trozos o dos rodajas de piña o papaya. También se utiliza melaza.

Los pasos:
  1. Cerca de la plantación afectada se debe cavar un orificio en la tierra del tamaño del envase de 20 litros.
  2. En el envase pequeño colocar pedazos de fruta picada: banano, papaya o piña. Es la carnada.
  3. En el envase grande riegue el plaguicida para babosas , dejando un espacio en la mitad.
  4. En la mitad del envase grande coloque el recipiente pequeño que contiene la fruta.
  5. Por último ubique en el orificio de la tierra, el envase grande con los ingredientes de la trampa.
Fuente: elcomercio.com