Gastronomía de Francia [Noticias]

Si hay algo claro en el mundo, es que el idioma de la gastronomía es el francés. Su cocina es el orgullo nacional de los franceses, y por sí misma justifica una visita. Sus deliciosos platos se pueden encontrar en todo tipo de lugares: desde las pequeñas tabernas hasta los restaurantes de chefs reconocidos internacionalmente como Bocouse, Ducasse o Troisgros.

El desayuno se compone de café, té o chocolate con croissants y pan con mantequilla o mermelada. Si se quiere algo rápido, lo mejor es un "plat du jour" (plato del día) en alguna taberna, o unos "croques-monsieur" o " croques-madame", bocadillos calientes de jamón y queso, en una brasería. En los puestos callejeros se pueden comprar papas fritas, crêpes, gauffres y todo tipo de bocadillos en pan de baguette.



La fama del buen comer francés es en gran medida responsabilidad de la variedad de su cocina regional. Tanto en la costa noroeste como en la mediterránea encontramos pescados de calidad, así como criaderos de marisco, ostras y mejillones, especialmente en la zona de Aquitania, Charente, Normandía y Bretaña. Los ríos franceses ofrecen también buen pescado, mientras que en valles y colinas encontramos la "huerta francesa", su variedad ganadera y los productos lácteos, especialmente sus más de 400 variedades de quesos. Los más famosos son Brie, Roquefort, Camembert y los de cabra.

En Alsacia y Lorena la cocina se basa en las buenas carnes, de caza, cordero, cerdo y ternera. En todo el norte en general también son muy populares las tartas de fruta y los mejillones. La mantequilla y la crema son la base culinaria en Normandía, donde los quesos son los reyes, sin olvidar el marisco. Bretaña es el país de los crêpes, las ostras, las langostas y los pasteles de mantequilla. En Borgoña son muy populares la ternera "charolais" combinada con mostaza, y los caracoles, consumidos de todas las formas imaginables.

Pato, ganso, y por extensión el foie gras, son elementos de la cocina de la región de Dordoña, Midi-Pyrénées; son servidos marinados y acompañados de ciruelas, pasas, compota o trufas. Los platos típicos de Auvernia son el estofado de col, el cerdo, las arvejas y las sopas de ajo, así como alguno de sus buenos quesos, mientras que en Provenza podremos degustar la típica cocina mediterránea basada en aceitunas, ajo, sopas de pescado y ensaladas varias. Especialmente peculiar resulta la gastronomía de Córcega, basada en cerdo ahumado, anguilas, truchas y hierbas silvestres.

Un punto aparte merece la ciudad de Lyon, meca mundial de la gastronomía. Sus carnes ahumadas, el salchichón, el pollo "bresse" y la tarta lyonnais, son algunas de las características delicias de esta ciudad. Si bien son los grandes restaurantes de alta cocina los que otorgan su fama a Lyon, lo cierto es que la mejor manera de degustar sus platos típicos es hacer una parada en uno de sus "bouchons", tabernas típicas de la ciudad.

Las copas siempre están llenas en Francia. A pesar de la reconocida fama de bebidas espirituosas como el armagnac, el cointreau, la sidra o el calvados, el rey por excelencia es el vino. Los franceses son auténticos amantes de los buenos vinos, y su país está sembrado de esquina a esquina de viñedos. Las grandes regiones productoras son Borgoña, Burdeos y Champagne, aunque también encontramos buenos vinos en los valle del Loira y del Ródano y en Provenza.

Fuente: SPRACHCAFFE International