La primera granja vasca de cría de caracoles ecológicos vende toda suproducción antes de salir al mercado [Noticias]

Barraskibide, que comenzará su actividad el próximo mes en la ciudad de Orduña, producirá alrededor de nueve toneladas de caracoles al año
Autor: Unai Muñoz Orduña
Sabrosos Barraskibide producirá un caracol con un 35% más de carne que el silvestre
Mortalidad La limpieza de la granja hará que la tasa de mortalidad únicamente sea del 10%
Los caracoles son un manjar para muchos paladares y ya en tiempos de los romanos se les consideraba un producto estrella en todos los banquetes. Precisamente por esto, Iñaki Cantero y Ainhoa Alaba han puesto en marcha en el núcleo orduñarra de Lendoño la primera granja de cría de caracoles ecológicos que existe en Euskadi. Una empresa que antes de ponerse en marcha ya tiene vendida toda su futura producción.

Barraskibide generará entre seis y nueve toneladas al año de la especie "helix aspersa", que gracias a las técnicas más innovadoras en la cría helicícola presentará unos ejemplares con un 35% más de carne que los caracoles silvestres, consumidos normalmente en los hogares vascos. Esta granja ecológica es la primera de este tipo que se pone en funcionamiento en Euskadi, aunque ha tenido como ejemplo a otros centros ya existentes en Aragón y Cataluña.



Iñaki y Ainhoa tienen aún todo el mes de febrero para terminar los últimos retoques del invernadero que están construyendo en Lendoño, un recinto que ocupará 3.000 m2 , de los que más de la mitad estarán destinados a la producción. Los propietarios de la granja de engorde recibirán a los alevines -que llegarán con seis días de vida- de la empresa Aracol (Ejea de los Caballeros, Zaragoza), que ha implantado este novedoso sistema por todo el Estado español.

A partir de marzo (la temporada para criar a este animal comienza en primavera y concluye en octubre con el descenso de las temperaturas), Barraskibide recibirá más de un millón de alevines, que tras 16 semanas de engorde estarán listos para el consumo. La dieta que recibirán los caracoles en esta granja ecológica estará basada en los tréboles que brotan de forma natural en todos los comederos y en un pienso natural, que servirá para completar todas las necesidades alimenticias de estos animales.

El éxito de este centro de engorde, que producirá al año entre seis y nueve toneladas de caracoles con un peso de entre 7 y 15 gramos la unidad, es su baja tasa de mortalidad -en torno al 10% frente al 40% del resto de granjas- gracias a la limpieza que reinará en toda la nave. «Para nosotros la limpieza es fundamental. Todas las granjas de caracoles que han fracasado lo han hecho porque no han sabido frenar la tasa de mortalidad. No- sotros vamos a controlar desde el primer minuto nuestros caracoles», aseguran los propietarios de la granja.

El caracol es un animal nocturno, por lo que durante el día Iñaki y Ainhoa dedicarán las horas a limpiar los comederos, que son de chapa para evitar la proliferación de bacterias.
«Todos los ejemplares que vamos a tener van a generar menos basura orgánica que la producida por una vaca en un año», señala esta pareja de Lendoño. Durante la noche, un sistema de regadío automático empapará tres veces el terreno en el que pastarán los caracoles, que únicamente se preocuparan de comer «los buenos alimentos que les vamos a proporcionar».

Sistema antifugas

Para que los caracoles no abandonen las parcelas de engorde, Barraskibide va a instalar un sistema antifugas que es una novedad. Unos cajones de unos treinta centímetros de alto serán recubiertos con sal, sustancia odiada por estos animales, que frenará en seco los intentos de evasión. Las técnicas más innovadoras se juntan en esta granja «para producir un caracol de calidad».

Fuente: Deia